La pobreza infantil en Latinoamérica es uno de los desafíos más graves que enfrenta la región, afectando a millones de niños y adolescentes. Las principales causas de la pobreza infantil en Latinoamérica incluyen la desigualdad estructural, la falta de acceso a educación de calidad, y las limitadas oportunidades laborales para las familias. Según informes de UNICEF, aproximadamente 72 millones de niños viven en situación de pobreza en la región, lo que representa casi la mitad de la población infantil total.
El trabajo infantil en Latinoamérica es una consecuencia directa de esta problemática, donde muchos menores se ven forzados a abandonar sus estudios para contribuir al sustento familiar. Los niños de la calle representan el rostro más visible de esta crisis social, especialmente en grandes ciudades como Ciudad de México, São Paulo y Buenos Aires. Las organizaciones internacionales y locales que trabajan con niños sin cuidados parentales han documentado cómo la pobreza familiar frecuentemente lleva a la separación de los niños de sus hogares, creando un ciclo de vulnerabilidad que puede perpetuarse por generaciones.
La pobreza en América Latina se caracteriza por ser multidimensional, afectando no solo el aspecto económico sino también el desarrollo social, educativo y emocional de los menores. Los estudios sobre pobreza en Latinoamérica demuestran que las políticas públicas deben enfocarse en fortalecer los sistemas de protección social, mejorar la calidad educativa y crear oportunidades de empleo digno para los padres. Las organizaciones que ayudan a los niños de la calle en Latinoamérica juegan un papel fundamental en la provisión de servicios básicos, educación y apoyo psicosocial, aunque sus esfuerzos deben ser complementados con políticas estatales más efectivas y sostenibles para abordar las causas estructurales de la pobreza infantil.